Más de 5 mil personas se manifestaron en Chilpancingo, Guerrero, primero en la Autopista del Sol y posteriormente en Palacio de Gobierno.
En un primer momento superaron el operativo de la policía estatal y federal; luego, corretearon a elementos y les arrebataron sus vehículos oficiales.
Algunos ciudadanos tomaron un vehículo blindado, conocido como Rinoceronte, que utilizaron como ariete para abrir las puertas que dan acceso al Palacio de Gobierno donde despacha la gobernadora Evelyn Salgado.
Los manifestantes de Quechultenango, Mochitlan y Petaquillas reclaman obras públicas para sus comunidades. Una primera versión indicaba que también exigían la liberación de dos líderes transportistas.
En conferencia de prensa, representantes de los manifestantes dijeron que la violencia detonó porque fueron recibidos con un operativo policial.
Reclaman que ninguna autoridad se acercó para preguntar las demandas. Según su versión, los enfrentamientos iniciaron cuando la policía les arrojó piedras.
Diego Matías Marrón, presidente de la asociación de comisarios, dijo que en la manifestación participaron 20 mil personas.
La gobernadora Evelyn Salgado dijo que se estableció una mesa de diálogo para intentar solucionar las demandas. Afirmó que no se reprimirá la protesta.
Negocios de la capital guerrerense cerraron sus puertas ante los choques entre manifestantes y policías.
Los hechos se registran horas después de la ola de violencia que dejó al menos cinco taxistas asesinados en la capital guerrerense.