Un influyente funcionario de la administración Trump se reunió en secreto con un representante del régimen de Nicolás Maduro en la Ciudad de México en septiembre, con el fin de intentar negociar la salida pacífica del poder del líder venezolano.
Richard Grenell, exdirector interino de Inteligencia Nacional de Estados Unidos y embajador en Alemania, y Jorge Rodríguez, un político venezolano cercano a Maduro, se reunieron en la capital mexicana, de acuerdo con cuatro personas familiarizadas con el tema. Al secretario de Estado, Michael Pompeo, y el resto del Departamento de Estado, no se les informó sobre este viaje de antemano, según dos de las personas.
Grenell buscó discutir la salida de Maduro, de acuerdo con dos de las personas, pero no está claro si Rodríguez y Maduro estaban abiertos a esta posibilidad. En cualquier caso, las conversaciones no fueron exitosas, indicaron las personas.
El presidente Donald Trump ha intentado alcanzar algunos logros en política exterior antes del 3 de noviembre, día de las elecciones presidenciales, incluidos los acuerdos de paz en Medio Oriente, el retiro de tropas de varios países y la liberación de rehenes estadounidenses que se cree están retenidos en Siria.
Funcionarios estadounidenses dieron versiones contradictorias sobre si el viaje de Grenell para reunirse con Rodríguez estaba autorizado, aunque dos de las personas señalaron que el asesor de segruidad nacional de Trump, Robert O’Brien, lo firmó con la aprobación del presidente.
Pero Pompeo y el enviado del Departamento de Estado para Venezuela no supieron sobre el viaje de Grenell hasta después de que terminó. El embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, tampoco fue informado previo al viaje, según una persona cercana a él.
Rodríguez voló a México a última hora el 16 de septiembre, a bordo de uno de los aviones presidenciales de Venezuela disfrazado en el registro de vuelo como un viaje de la aerolínea Conviasa, según una persona familiarizada con este viaje.
Rodríguez se negó a hacer comentarios, al igual que los portavoces del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y el Departamento de Estado.
Las personas familiarizadas con las conversaciones de Venezuela pidieron no ser identificadas porque nunca fueron anunciadas.
La campaña de Trump ha estado cortejando a venezolanos que huyeron del país y se convirtieron en ciudadanos estadounidenses. Muchos viven en Florida, un estado que es campo de batalla, donde las elecciones a menudo se deciden por márgenes estrechos.
Información vía: El Financiero
