El operativo contra José Noriel Portillo Gil, el Chueco, lugarteniente del Cártel de Sinaloa, ha dejado como saldo decenas de fusiles decomisados, droga, restos humanos, cateos a su rancho, así como el aseguramiento de 14 presuntos delincuentes y miles de charolas de cerveza.
A un mes de que el presunto jefe de la célula de Gente Nueva cometiera cuatro asesinatos en Cerocahui, municipio de Urique, se ha informado de los rastros que identifican al Chueco como generador de violencia en la Sierra Tarahumara. El informe fue proporcionado luego de que la iglesia católica recordó la impunidad en el caso de dos sacerdotes jesuitas que fueron víctimas del capo.
Las autoridades han atendido y dado seguimiento a denuncias anónimas que lleven a la captura de Portillo Gil, incluso ofrecen recompensa de 5 millones de pesos por información útil para localizarlo. Pero hasta ahora no ha caído. La Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua no descarta que el objetivo haya cruzado a Estados Unidos.
Desde el 20 de junio en que ocurrió el crimen que conmocionó al país, las fuerzas federales y estatales han incautado 21 vehículos, la mayoría con reporte de robo; 16 armas de fuego de diferentes calibres; 73 cargadores; además de miles de cartuchos útiles.
Aunque también han localizado dosis de narcóticos, entre ellos 8. 9 kilos de mariguana; 1.48 kilos de semilla de amapola; cuatro kilos de semilla de mariguana; y dos mil 66 charolas de cerveza.
Entre los 14 detenidos están José Pablo M. Q., el Barbas, y Alfredo Evaristo A. L., el Chispa, directamente vinculados con la inhumación del beisbolista Paul Osvaldo, uno de los hermanos Berrelleza Rábago hallado en una fosa clandestina el pasado 7 de julio en Cerro Colorado, ejido de Cerocahui.
Según informaron las autoridades, el primero realizaba labores de halconeo, mientras que el segundo portaba un fusil AK-47, también conocido como cuerno de chivo, el cual es un arma de uso exclusivo del Ejército. Ambos enfrentan cargos de desaparición de persona y delincuencia organizada.
Sin embargo, una de las inspecciones destacadas durante el operativo fue el ingreso al rancho el Rodeo de Cerocahui, propiedad del Chueco. Sin embargo, la Fiscalía de Chihuahua no ha precisado lo obtenido de este punto preciso. Pero se presume que ahí había armas y droga.