Fue alrededor de las 21 horas del pasado lunes que los artesanos de las comunidades indígenas triquis, empezaron a desmantelar el campamento que desde hace un mes 10 días mantenían frente a la Suprema Corte de Justicia para pedir apoyos económicos que solicitaron por la contingencia sanitaria del covid-19.
Los indígenas comerciantes que al parecer llegaron a un acuerdo con las autoridades federales, retiraron del arroyo vehicular del primer cuadro de la Ciudad de México las casi 60 casas de campaña que habían colocado.
Llegamos a un acuerdo, nos vamos bien, no hay problema, nos vamos a ir así bien pues ya no tengo que decir lo contrario de allá ni de nosotros», dijo Rey David González, coordinador mazateco.
Una cuadrilla de limpia de la Secretaría de Obras y Servicios se encargó de lavar el pavimento con jabón y maquinaria a presión, mientras los comerciantes recolectaban sus pertenencias.
“Se llegó a un acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México, con el secretario José Alfonso Suárez del Real, se está comprometiendo con los indígenas, creo él va a trabajar bien con los indígenas, entonces ya nos vamos, un mes y medio que estuvimos aquí fuimos una familia todos los compañeros que estamos aquí de diferentes lenguas y estados”, añadió Rey David González.
La basura como plásticos, lonas y madera que fueron utilizadas para edificar el campamento fueron recolectadas por las cuadrillas de limpia que fueron apoyadas por cuatro camiones de basura.
Poco a poco los manifestantes se fueron retirando del corazón de la Ciudad de México a bordo de taxis y vehículos particulares.
Información vía: Excelsior