La Cofepris reconoció, a través de una carta enviada a los Comités de Cuenca Río Sonora, que luego de realizar nuevos muestreos en el agua de consumo humano en los siete municipios del río Sonora, afectados por el derrame en la mina Buenavista del Cobre hace seis años, persiste la contaminación por metales pesados, principalmente arsénico y plomo, lo que «representa un riesgo de salud para la población».
En un comunicado de prensa, la organización Poder destacó que a pesar de la evidencia, ni la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), ni las demás dependencias responsables, como la Conagua, la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora (Coesprisson) y las autoridades de los siete municipios, han emprendido acciones para alertar a la población y menos para dar solución inmediata a esta emergencia sanitaria.
“Mientras hacen planes y nuevos muestreos, mientras se lavan las manos entre instituciones, se nos va la vida. El Gobierno nos está dejando morir envenenados”, denunció José Manuel López, habitante de San José de Baviácora.
La misiva de Cofepris fechada el 11 de noviembre de 2020 y firmada por su titular, José Alonso Novelo Baeza, se recibió en respuesta a un oficio enviado previamente al doctor Hugo López-Gatell, en la que los Comités de Cuenca Río Sonora pidieron al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud “respuestas consistentes y sin más demoras” ante las evidencias de pozos contaminados.
En esta comunicación, la Cofepris se refiere a nuevos muestreos realizados este año, con resultados aún más alarmantes sobre la contaminación del agua en la región.
De acuerdo con los resultados de marzo de 2020, el 98.28 por ciento de los 59 pozos y domicilios particulares estudiados rebasa los límites de arsénico y el 35.42 por ciento excede los de plomo, según la Norma Oficial Mexicana 127.
Información vía. Excelsior