Al parecer ver los partidos del Mundial Qatar 2022 no es tan inofensivo como parece, ya que un hombre que los disfrutaba por las noches acabó con parálisis facial.
Un hombre de 26 años acabó con parálisis facial tras perder varias noches viendo los partidos de fútbol del Mundial durante toda una semana.
Ese hombre chino es uno de esos aficionados incondicionales del futbol que sacrifican el sueño durante noches seguidas para asegurarse de no perder ni un solo partido, pero eso le pasó una factura muy cara.
Cao, un aficionado chino de Wuhan, en la provincia de Hubei, que no perdió una noche de sueño, sino una semana entera, intentando ver todos los partidos del Mundial, acabó en el hospital con parálisis facial.
Aunque China ni siquiera se clasificó para el Mundial de este año en Qatar, Cao tenía como prioridad conducir directamente a casa después del trabajo y ver los partidos desde las 6 de la tarde hasta las 6 de la mañana, y luego ir a trabajar un par de horas más tarde al otro día.
El joven de 26 años estuvo bien durante los primeros días del evento mundialista, pero no tardó en empezar a notar que la falta de sueño le estaba pasando factura.
Uno de los días del Mundial ”dormí dos horas después de ver el partido y, cuando me desperté, me sentía muy cansado”, declaró el joven a la prensa local. “Al cabo de un rato, mi estado no parecía mejorar y estaba afectando a mi progreso laboral”, agregó.
Después de unos días, Cao sintió que sus labios se inclinaban repentinamente hacia un lado y se volvió incapaz de mover los párpados.
Le diagnosticaron parálisis facial
El joven chino no se asustó, pensando que sólo era algo temporal, pero los síntomas no hicieron más que empeorar y empezaron a interferir en su trabajo, por lo que finalmente decidió ir al hospital.
A Cao le diagnosticaron parálisis facial y tuvo que someterse a un tratamiento especializado para mitigar los síntomas, pero se espera que finalmente se recupere por completo.
El personal médico que atendió al aficionado del futbol creen que la falta de sueño acumulada, unida al frío y a la fuerte brisa, le causaron la parálisis.