La tragedia por los terremotos en Turquía y Siria elevó a más de 11,000 los muertos mientras los rescatistas trabajan a contrarreloj para encontrar a sobrevivientes.
En un video difundido en redes sociales se observa a un joven sirio que pide ayuda mientras sigue atrapado entre los escombros.
En Turquía, el presidente Recep Tayyip Erdogan realizó un recorrido por las zonas afectadas por los sismos y confirmó la muerte de más de 8,500 personas.
“Aquí en Kahramanmaras, en el epicentro del terremoto que golpeó diez provincias, puedo decir que por ahora hay 8,574 muertos y 49,133 heridos”, señaló Recep Tayyip Erdogan.
Tras enfrentar severas críticas por la falta de ayuda a las zonas afectadas por el sismo, el presidente turco afirmó que su objetivo será la reconstrucción de las ciudades.
“El primer día hubo algunos problemas, pero el segundo y hoy las cosas están bajo control. Empezaremos a retirar los escombros y nuestro objetivo es reconstruir las viviendas de Kahramanmaras y las otras ciudades afectadas en el plazo de un año”, comentó.
Ante la emergencia y el frío de invierno, los ciudadanos comienzan a padecer de la falta de servicios y bienes básicos como son suministros de agua, electricidad y calefacción, así como combustibles y medicinas.
“¿Qué ha pasado con los impuestos que pagamos? ¿Dónde está la Media Luna Roja? No hemos recibido nada. Estamos haciendo nuestras necesidades entre cuerpos hinchados. Nos han dado una tienda en la que vivimos tres familias, pero tememos que los niños se congelen”, afirmó una mujer superviviente de Kahramanmaras a Halk TV.
En Siria, que también presenta un panorama desolador, la cifra de muertos superó las más de 2,600 muertes y se contabilizan más de 5,000 heridos.
En los dos países golpeados por los terremotos se reportan más de 55,000 heridos, muchos de ellos presentan fracturas y cortes de gravedad que son atendidas por los equipos de emergencia que ya muestran síntomas de cansancio.
La ayuda internacional de más de 70 países continúa llegando mientras que cientos de personas siguen atrapadas entre los escombros.