Dos mociones de censura contra el Gobierno francés no lograron convencer a una mayoría en la Asamblea Nacional tras acalorados debates seguidos de votaciones con estrecho margen.
Esto significa que la impopular iniciativa de reforma de pensiones del Gobierno es considerada como adoptada sin una votación en la cámara baja del Parlamento. El presidente francés, Emmanuel Macron, ahora tiene 15 días para promulgar la ley.
La primera moción multipartidista, presentada por el grupo opositor de centro LIOT, recibió 278 votos de los diputados, con lo que quedó a nueve votos de los 287 requeridos para deponer el Gobierno de la primera ministra Elisabeth Borne.
La segunda moción, presentada por el partido de extrema derecha Agrupación Nacional, sólo consiguió 94 votos.
La Asamblea Nacional de Francia está compuesta por 577 escaños, pero dado que actualmente hay cuatro vacantes, el número de votos necesario para alcanzar una mayoría es de 287.
El jueves, Borne activó un artículo de la Constitución del país que permite al Gobierno forzar la aprobación de la controvertida iniciativa de reforma de pensiones sin una votación en la Asamblea Nacional.
Después de los resultados de las dos mociones de censura, el mayor sindicato de Francia, la Confederación General de Trabajo (CGT), pidió «amplificar la movilización» y «participar masivamente en los paros escalonados y las manifestaciones» del 23 de marzo.
Las tensiones también se intensificaron en toda Francia. Las manifestaciones en París y Lille fueron dispersadas por la policía con gas lacrimógeno.
De acuerdo con el párrafo 3 del Artículo 49 de la Constitución francesa, la primera ministra podría, después de consultar con el Consejo de Ministros, imponer la adopción de una iniciativa por parte de la Asamblea Nacional sin una votación. La única forma en la que la Asamblea Nacional puede vetar esto es aprobando una moción de censura contra el Gobierno.
La primera ministra estableció los detalles de la reforma de pensiones en enero, de conformidad con la cual la edad legal de jubilación aumentará de manera gradual tres meses al año de los 62 a los 64 años de edad para 2030, y se introducirá una pensión mínima garantizada.
De conformidad con el plan, a partir de 2027, se requerirán al menos 43 años de trabajo para poder ser elegible a una pensión completa.