Horas después de que se dio a conocer que las autoridades de Texas lograron la captura de Francisco Oropesa, de 38 años, señalado como el hombre que disparó con un rifle AR-15 a sus vecinos hondureños y mató a cinco, entre ellos un menor de ocho años, ha salido a la luz su violento historial.

La esposa de Francisco Oropesa presentó una orden de protección en su contra en 2022 alegando que la golpeó, así lo confirmó un fiscal local a NBC News.

Fue el fiscal de distrito del condado de San Francisco, Todd Dillon, quien reveló que el acusado de la matanza en Texas presuntamente atacó a su esposa el pasado 14 de junio.

De acuerdo con el medio antes citado, la esposa llamó a la oficina del alguacil del condado de San Jacinto para denunciar que su esposo estaba en estado de ebriedad, la había agredido físicamente.

Dillon, quien citó los registros, informó que los agentes llegaron a la casa de los Oropesa en Cleveland donde la víctima mencionó que su esposo la pateó en la espalda, así como en la cara y en la boca, además, que había roto la puerta que da la calle antes de irse de casa.

Los diputados informaron que en ese momento la mujer (de quien se desconoce el nombre) rechazó atención médica y no presentó cargos en contra de su esposo, pero sí solicitó una orden de protección.

Días después, la mujer se presentó en la oficina del fiscal de distrito con su abogado para presentar la orden de protección. En aquel momento indicó que su esposo se encontraba en casa de hermana en Conroe, la policía intentó entregar la orden de protección, pero nunca lo encontraron.

En la declaración jurada, la esposa de Oropeza señaló que recibió golpes a puño cerrado, además de patadas mientras ella estaba en el suelo y recibió amenazas. Dillon, también reveló que no era la primera vez que era víctima de las agresiones del señalado; 11 años atrás, según los registros de su oficina, fue agredida.

Si bien existe un registro de violencia en contra de Oropesa, él nunca fue acusado de ningún delito, por lo que el caso sigue abierto.

Oropesa abrió fuego el viernes por la noche en contra de sus vecinos hondureños, matando a cinco, después de que estos le pidieron que dejara de hacer disparos al aire, a lo que él respondió que haría lo que quisiera porque estaba en su casa.

Después de cometer la masacre, Oropesa salió a toda velocidad a rumbo desconocido, provocando la movilización de cientos de oficiales para encontrarlo. Tras una búsqueda intensa de cuatro días, lo hallaron escondido debajo de una pila de ropa en Conroe, a unas 20 millas de Cleveland.

El hombre fue fichado en la Cárcel del Condado de Montgomery sin incidentes, donde estará detenido con una fianza de $5 millones de dólares y acusado de cinco cargos de asesinato.

Las víctimas de la masacre fueron identificadas por funcionarios consulares de Honduras como Daniel Enrique Lazo-Guzmán, de 8 años, su madre Sonia Argentina Guzmán, de 25 años, Diana Velázquez Alvarado, de 21 años, Julisa (Obdulia) Molina Rivera, de 31 años, y José Jonathan Cáceres, de 18 años.