Tras la tormenta no ha venido la calma para los habitantes del puerto de Acapulco, que a unos días del paso del Huracán Otis, este viernes comenzaron a llorar a sus muertos. Padres de familia despidieron a cuatro niños fallecidos tras la tragedia.
Sus casas no resistieron
Los cuatro pequeños fallecieron dentro de sus casas, la madrugada del miércoles pasado, debido a una avalancha de lodo que derrumbó a cada una de sus respectivas viviendas. Eran habitantes de las colonias más pobladas del puerto y con más necesidades.
Rodolfo Said Reyes Cristino, de cinco años; José Guadalupe Guerrero, de 10 años; y Jesús Antonio Mujica Cristino, quien iba a cumplir dos años, perdieron la vida mientras se encontraban dormidos en su casa, al derrumbarse una barda de la casa vecina.
Sin acta de defunción
“Teníamos una casa de madera y la vecina hizo una barda con llantas y tierra, como un muro. Estábamos acostados, se ablandó la tierra y se cayó. los niños quedaron enterrados y yo también; a mí me pudieron sacar, pero a ellos no porque estaban más allá de la cama”, relató Jesús Natividad Mujica Flores, madre de los tres menores.
La mujer no solo lamenta la pérdida de sus hijos, sino también el abandono de las autoridades, quienes no le pudieron ni elaborar una acta de defunción, pese a que solicitó el apoyo del Ministerio Público.
Derrumbe de lodo
La familia Nava Rojas es otra de las afectadas por la pérdida de su pequeño Isaías Leonel Nava Rojas de seis años de edad, quien murió en su casa de la colonia CNC, al quedar sepultado por un derrumbe de lodo.
Su casa era de madera, el pequeño Isaías no pudo ser auxiliado por su madre, quien se encontraba sola en la vivienda y tuvo que resguardar a Abraham, su hijo más pequeño. La mamá del menor solo resultó herida del pómulo, mientras que el otro pequeño se encuentra a salvo.
Perdóname, papá, te fallé”
El padre del menor Josué Isaías Nava Rodríguez, quien es taxista, no pudo regresar a su domicilio a tiempo, pues la tormenta lo dejó varado con su vehículo. El hombre lamentó no haber podido salvar a su pequeño.
“Adiós, mi nenito chulo. Perdóname, papá, te fallé”, soltó en llanto Josué mientras abrazaba el ataúd de su hijo. Mientras tanto, los asistentes cantaban: “Descansa, mi amor. Descansa, mi bien. Descansa, campeón. Que todo está bien”.
@michelmerino15 En Acapulco renacimiento donde se unen las rutas????????????
♬ sonido original – .
