Empresas de petróleo y gas han vertido durante la última década casi 150 millones de galones de agua contaminada en el estado de Texas, EE. UU., reveló este martes el periódico Texas Tribune.
De 2013 a 2022, estas compañías reportaron más de 10.000 vertidos, superando los 148 millones de galones de agua residual en total, mientras que solo se recuperó cerca del 40 por ciento del líquido derramado durante el periodo, publicó el rotativo, citando el primer análisis público de este tipo dirigido por la organización sin ánimo de lucro Inside Climate News. Los vertidos fueron desde pequeñas filtraciones, inferiores a 10 galones, hasta incidentes masivos, publicó el informe, aclarando que 19 de los derrames superaron los 500.000 galones.
Algunos de los incidentes más dañinos se produjeron cuando las aguas residuales se derramaron por arroyos, ríos o lagos, continuó el reportaje.
“Desde un gran vertido de 756.000 galones sobre el río Delaware, en Texas Occidental, que elevó los niveles de cloruro, hasta cientos de pequeños vertidos en un condado de la cuenca fluvial del periodo pérmico, difícilmente hay un rincón en Texas que no se haya visto afectado”, lamentó la información.
Tanto la extracción convencional de petróleo y gas como la fracturación hidráulica (o fracking, según su denominación en inglés), requiere de grandes cantidades de agua, arena y químicos patentados, algunos tóxicos, para liberar los hidrocarburos de las formaciones geológicas del subsuelo profundo, añadió.
La elevada salinidad del agua puede esterilizar el terreno durante años. En algunas partes de Texas, sus residentes han interpuesto denuncias donde se detalla el daño del agua contaminada en pozos sobre ganado envenenado, indicó.
Un informe de 2022 calculó que solamente la cuenca del periodo pérmico está generando 3.900 millones de barriles, o más de 168 mil millones de galones de agua contaminada al año. Esto significa que el agua contaminada debe ser extraída de las zonas perforadas, almacenada en tanques y transportada en camiones a los pozos de residuos.
Hasta julio, Texas tenía activos más de 161.000 pozos petrolíferos y 86.000 de gas, según la información.