El alcalde de Ahoma, Gerardo Vargas Landeros, dijo que en ambos casos, el niño y la niña menores de edad sufrieron graves lesiones en manos y cuerpo por las explosiones pirotécnicas, y que se continúa con la investigación sobre el origen de los artefactos. En el caso se identificó y cerró a el negocio que vendió la mercancía.
Explicó que un artefacto pirotécnico que contenía excedentes de pólvora explotó en manos de Gabriel Armando “N”, de 13 años, en el Puerto de Topolobampo el 30 de diciembre; los datos disponibles indicaban que el incidente no tendría consecuencias graves.
Comentó que la primera información sobre el incidente fue que el menor presentaba una condición médica grave y corría riesgo de perder parte de los dedos de una mano. Sin embargo, su familia recibió noticias más alentadoras sobre su progreso.
Vargas Landeros dijo que en el primer caso, Rosario Karime “N”, de 12 años, sufrió quemaduras de segundo grado mientras jugaba con juegos pirotécnicos con amigos en la comunidad Villa de Ahome. Actualmente su condición progresa sin problemas.
Enfatizó que en este caso se pudo haber identificado a un comerciante que vendía artefactos explosivos a menores de edad, por lo que se cerró el comercio y se informó a las autoridades estatales para evitar las consecuencias jurídicas del comercio clandestino de estos artefactos.