La cantidad de mariposas monarcas que pasan el invierno en las costas de California bajó pronunciadamente, a niveles sin precedentes, y el hermoso insecto negro y anaranjado corre más peligro de extinción que nunca en esta región, según investigadores.
Un recuento anual de Xerces Society registró apenas 2 mil mariposas, lo que representa una declinación masiva respecto a las decenas de miles contadas en años recientes y a los millones que había en los árboles que van desde el condado Marin del norte de California hasta el condado de San Diego al sur en la década de 1980.
Las mariposas monarcas migran desde el norte hacia el sur de California todos los inviernos, regresando a los mismos sitios e incluso los mismos árboles, donde se amontonan para mantenerse cálidas. Generalmente llegan a California a principios de noviembre y se esparcen por todo el país cuando las temperaturas empiezan a subir en marzo.
En las laderas orientales de las Montañas Rocosas otra población de monarcas migra del sur de Canadá y el noreste de Estados Unidos y recorre miles de kilómetros para pasar el invierno en el centro de México. Los científicos estiman que la población de monarcas en el este de Estados Unidos ha bajado un 80 por ciento desde mediados de los años 90. Pero el declive en la costa oeste ha sido más pronunciado todavía.
La Xerces Society, una organización ambientalista sin fines de lucro que se enfoca en la preservación de los invertebrados, registró 29 mil mariposas en su recuento anual del invierno pasado. El año previo había contado la cifra más baja jamás registrada hasta entonces, 27 mil mariposas.
La cantidad contada este año es alarmante. En Pacific Grove, tradicional refugio de las monarcas en invierno, los voluntarios no detectaron una sola mariposa este invierno. En otros refugios conocidos como Pismo State Beach Monarch Butterfly Grove y el Natural Bridges State Park se detectaron unos pocos cientos, de acuerdo con los científicos.
“Estos sitios normalmente reciben miles de mariposas. Su ausencia este año es desgarradora para los voluntarios y los visitantes que vienen a ver estas sorprendentes mariposas monarcas”, expresó Sarina Jepsen, directora general de la división de especies en peligro de la Xerces Society.
Los científicos dicen que las mariposas registran niveles alarmantemente bajos en los estados occidentales por la destrucción de los algodoncillos, su hábitat natural de la ruta migratoria; por la expansión de la construcción de viviendas y el creciente uso de pesticidas y herbicidas.
Los investigadores notan también el efecto del cambio climático. Junto con la desaparición de los algodoncillos, el cambio climático es otro de los grandes factores que amenazan a las monarcas, alterando una migración de 4 mil 800 kilómetros (3 mil millas) que coincide con la primavera y el florecimiento de las plantas silvestres. Grandes incendios forestales en el occidente de Estados Unidos pueden haber incidido también en la migración y la reproducción de las mariposas, de acuerdo con los investigadores.
Un estudio del 2017 de la Universidad Estatal de Washington pronosticó que la población de las monarcas bajaría a menos de 30 mil y que la especie se extinguiría en las próximas décadas si no se hacía algo para salvarla.
No hay leyes estatales ni federales que impidan la destrucción ni la degradación del hábitat de las monarcas. En diciembre las autoridades federales declararon a las monarcas “candidatas” a ser catalogadas como especie en peligro de extinción, lo que garantiza ciertas protecciones, pero indicaron que no se tomarían medidas por varios años porque había otras especies a la espera de esa categoría.
La Xerces Society dijo que la gente puede ayudar a los coloridos insectos plantando plantas que florecen temprano y algodoncillos.
Información vía: Sin Embargo