El presidente de la Corte Suprema de Brasil, Luís Roberto Barroso, defendió el uso de la inteligencia artificial (IA) en el poder judicial, afirmando que la tecnología podrá algún día escribir sentencias.

En una reunión en Río de Janeiro del J20, con presidentes y representantes de las cortes supremas de los países del G20, Barroso enumeró cómo el Supremo ya utiliza la IA en su rutina diaria, como la agrupación de casos por tipo o el encuadramiento de casos en tesis de repercusión general.

A continuación añadió los próximos pasos, afirmando que el tribunal está trabajando en el desarrollo de una herramienta capaz de localizar precedentes y que, en el futuro, cree que las sentencias podrán ser escritas por ordenadores.

«Pronto, estoy seguro de que tendremos inteligencia artificial escribiendo la primera versión de las sentencias», dijo el presidente del Tribunal Supremo de Brasil.

En países altamente judicializados como Brasil, por ejemplo, donde el Tribunal Supremo recibe una media de 70.000 casos al año, es necesario adoptar la IA para agilizar el sistema judicial, argumentó. «Tenemos 85 millones de casos en Brasil en este momento, tenemos que tener herramientas para acelerar las cosas», dijo.

Para Barroso, la inteligencia artificial «puede tomar mejores decisiones en muchos asuntos, porque es capaz de procesar más información con mayor rapidez». Sin embargo, esta tecnología entraña riesgos y depende de la supervisión humana, añadió.

La IA puede, por ejemplo, «reproducir los prejuicios que existen en la sociedad, porque está alimentada por seres humanos», dijo Barroso. «Hay muchos riesgos y un debate sobre la regulación de la IA para proteger los derechos fundamentales, para proteger la democracia», agregó.

El presidente del Tribunal Supremo subrayó que la IA aún no es capaz de separar el bien del mal ni de tener sentido común, por lo que depende de la supervisión humana.