Dos policías murieron y varias personas resultaron heridas tras dos nuevos atentados terroristas con explosivos perpetrados el lunes en los municipios de Morales y Jamundí, en el suroeste de Colombia, informaron las autoridades locales.
El atentado más fuerte ocurrió en Morales, departamento del Cauca, donde presuntos integrantes de las disidencias de la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) atacaron la estación de Policía con artefactos explosivos y ráfagas de fusil, lo que inició un fuerte cruce de disparos entre los atacantes y los policías.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, reaccionó con indignación frente al ataque en su cuenta de la red social X y convocó a un consejo permanente de seguridad.
«Es inaceptable la situación en el Cauca. No toleraremos que se siga atemorizando a la población con atentados terroristas. Le he pedido al ministro de Defensa que se desplace de inmediato con toda la cúpula militar al Cauca y se instaure un consejo de seguridad permanente», advirtió.
Los atacantes saquearon además el Banco Agrario y destruyeron varios locales comerciales.
El otro atentado ocurrió en Jamundí, durante la madrugada de este lunes, cuando una motocicleta cargada con explosivos detonó en inmediaciones de un hotel, donde se hospedaban policías asignados a la zona para reforzar la seguridad de la región, explicó la Policía Nacional.
El capitán de Bomberos de Jamundí, Eduardo Sierra, confirmó que el cuerpo de Bomberos limpió de esquirlas el área tras la explosión que dejó 12 personas lesionadas.
«Entre ellos dos patrulleros de la Policía que fueron trasladados a la Clínica Valle de Lily, tres estudiantes de la institución Simón Bolívar de los 14 a los 16 años que resultaron afectados con aturdimiento y esquirlas», dijo Sierra, al agregar «tenemos un balance total de 12 personas afectadas, pero afortunadamente ninguna de gravedad».
El Ministerio de Defensa anunció que avanza el despliegue operacional militar en la zona rural de Jamundí con el propósito de contrarrestar las acciones violentas que atenten contra la comunidad, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste).
Por su parte, el ministro de Interior, Luis Fernando Velasco, indicó que una aeronave Black Hawk de la Policía Nacional que estaba en Popayán fue enviada como refuerzo, pero fue atacada y tuvo que regresar, no obstante otros refuerzos llegan a la zona.
En tanto, el gobernador de Cauca, Octavio Guzmán, mostró su preocupación por el recrudecimiento de la violencia y pidió a la comunidad internacional intervenir con la finalidad de generar un ambiente propicio para el diálogo entre las partes.
«La opción de paz se diluye con las balas, el odio y el resentimiento de los actores armados en nuestro territorio (…) apoyamos de forma irrestricta a las @FuerzasMilCol, pero necesitamos con urgencia intervención internacional y buscar el diálogo con un cese bilateral», escribió el gobernador en su cuenta de la red social X.
Hasta el momento, ningún grupo armado se ha atribuido los atentados que se suman al ocurrido el pasado 17 de mayo en Miranda, Cauca, donde un niño de 12 años perdió la vida y dos civiles resultaron gravemente heridos.
