En el municipio de Tixtla, en el estado de Guerrero, fue asesinada Esmeralda Garzón Campos, quien era regidora y recientemente había cambiado su afiliación del PRI a Morena en el último procedimiento electoral.
La tragedia ocurrió cerca de su casa en Santiago, donde recibió un disparo. Por el momento no hay información sobre los responsables del ataque.
El asesinato de Garzón Campos se ha sumado a una preocupante ola de violencia en torno a las elecciones de México.
Según el grupo de la sociedad civil Causa en Común, un total de 37 candidatos fueron asesinados entre el inicio de la campaña y las elecciones generales del domingo, lo que las convierte en las elecciones más violentas de la democracia del país.
El proceso electoral, que comenzó en junio de 2023 y finalizó con la victoria de Claudia Sheinbaum, será recordado como el más sangriento: murieron 63 activistas políticos, de los cuales 37 eran candidatos a cargos públicos. De los 32 estados de México, 17 reportaron al menos un asesinato de un político, y la mayor parte de la violencia se concentró en Guerrero (12 muertes), seguido de Chiapas (11) y Michoacán (7).