Caminar por lo menos 7.500 pasos al día puede ayudar a controlar el asma moderada o grave en adultos, de acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, divulgado el martes.
Para los especialistas, mantener el cuerpo físicamente activo favorece el control de enfermedades, incluso entre personas con una rutina sedentaria.
«Por otro lado, la inactividad física y los síntomas de ansiedad y depresión se asocian con el efecto contrario», según el análisis realizado por los expertos brasileños, retomado por la estatal Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de Sao Paulo (FAPESP, siglas en portugués), que financió el proyecto.
La literatura científica ya indicaba que tanto la actividad física como el sedentarismo pueden modular los síntomas del asma -incluyendo dificultad para respirar, respiraciones rápidas y cortas y tos seca-, pero aún faltaban estudios en profundidad sobre su impacto real, por lo que el tratamiento de la enfermedad, que afecta a alrededor de 6,4 millones de brasileños, sigue siendo mayoritariamente asistido con medicamentos, señaló el comunicado de la FAPESP.
«La mayoría de las veces, las personas mezclan las dos situaciones: realizan actividad física tres veces por semana, durante una hora, pero trabajan todo el día sentados en una oficina. Esto significa que son activos pero también sedentarios. Muestran ambos comportamientos al mismo tiempo», señaló uno de los participantes del estudio, Celso Fernandes de Carvalho, profesor de Fisioterapia y Fisiología Respiratoria de la Universidad de Sao Paulo (USP).
Los estudios realizados entre 426 personas de las ciudades de Sao Paulo y Londrina (estado sureño de Paraná) indicaron que cuanto más actividad física, mejor controlan los asmáticos su enfermedad, comentó por su parte el investigador Fabiano de Lima.
«Aquellos que caminaban al menos 7.500 pasos durante el día mostraron mejores puntuaciones en la evaluación del control clínico de la enfermedad, independientemente de mostrar también un comportamiento sedentario», agregó el comunicado.
Aunque la práctica de actividad física por parte de personas con asma ya es recomendada por los profesionales de la salud, el tema aún es visto con temor por la población debido a que las personas con asma sufren una contracción de los músculos de las vías respiratorias durante los ataques.
«Es necesario empezar a romper con la costumbre de impedir que niños y adultos hagan ejercicio debido a una enfermedad», dijo Lima.