El presidente de Bolivia, Luis Arce, no pudo presentar el viernes como estaba previsto su informe en la Asamblea Legislativa (Congreso) por el cuarto año de Gobierno, debido a que la sesión fue interrumpida por legisladores no afines y tuvo que cambiar de sede a la plaza principal de la ciudad de La Paz, la Plaza Murillo, al iniciar su último año de gestión quinquenal.
Arce dirigió su mensaje al país desde una tarima instalada en la Plaza Murillo, el centro político de Bolivia, sitio hasta el que asistió una copiosa concurrencia de seguidores, organizaciones sociales y simpatizantes.
La protesta en el recinto legislativo escaló desde temprano el viernes hasta convertirse en un verdadero caos que impidió el inicio de la sesión para la presentación del informe presidencial.
Asambleístas del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) afines a la facción política que apoya al exmandatario Evo Morales (2006-2019) expresaron su descontento por la reciente detención de más de un centenar de simpatizantes y por la elección de la directiva de la Cámara de Diputados que consideran «irregular».
La tensión alcanzó su punto crítico cuando antes de que se entonara el himno nacional, varios legisladores arrojaron distintos objetos al vicepresidente del país y presidente de la Asamblea Legislativa, David Choquehuanca.
Los ánimos se complicaron y se lanzaron tomates en dirección a Choquehuanca y a otros diputados oficialistas, hasta que la situación se tornó insostenible y el presidente del Legislativo anunció que Arce presentaría su informe de gestión a través de un documento, para cumplir así con la instructiva constitucional.
Arce optó así por ofrecer su informe en el templete instalado en la Plaza Murillo, después de que los legisladores contrarios evitaran con sus protestas y actos de agresión la instalación de la sesión legislativa.