España sufrió este lunes un apagón eléctrico que dejó a millones de personas sin suministro en la mayoría de su territorio continental, así como en algunas zonas de Portugal y partes de Francia, informó el operador de energía español Red Eléctrica. Aunque el suministro ha sido restablecido en algunas áreas, los efectos siguen siendo significativos.

El corte de electricidad ha paralizado completamente los servicios de trenes, semáforos y negocios en todo el país. La falta de energía también ha afectado la conectividad móvil, provocando fallos en las conexiones de datos. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) confirmó que el servicio de trenes ha quedado interrumpido, dejando a varios pasajeros atrapados dentro de los trenes a la espera de que se restablezca el suministro.

En Barcelona, el apagón dejó fuera de servicio el metro y todas las líneas de ferrocarril, lo que resultó en miles de pasajeros atrapados, algunos incluso en túneles. Estos pasajeros están siendo evacuados de manera progresiva. Además, la red de Ferrocarriles de la Generalitat, que conecta Barcelona con otras regiones como el Vallès y Lleida, también se vio afectada, con trenes urbanos siendo desalojados.

El gobierno español ha activado un comité de crisis, que se reúne en La Moncloa para investigar el origen de la falla. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, se dirigió al centro de control de Red Eléctrica para obtener detalles de la situación y seguir el progreso de los esfuerzos de recuperación. Fuentes del Ministerio han asegurado que se están tomando todas las medidas necesarias para restaurar la normalidad lo más rápido posible.

Por otro lado, el Palacio de la Zarzuela ha desplegado unidades de intervención policial (UIP) para garantizar la seguridad pública en todo el territorio nacional debido a los posibles riesgos derivados de la crisis. Red Eléctrica aclaró que la falla solo afecta a la península ibérica, mientras que las islas Canarias y Baleares no se vieron afectadas.

La falla se produjo alrededor de las 12:30 horas de Madrid, cuando el consumo eléctrico cayó abruptamente de 25.184 megavatios (MW) a 12.425 MW, según datos en tiempo real proporcionados por Red Eléctrica. El apagón se consideró un «cero» en el sistema eléctrico peninsular, un indicador de un corte masivo.

A raíz del incidente, la Unión Europea ha informado que está en contacto con las autoridades españolas para determinar las causas de la falla. El 23 de abril, el Ministerio de Sanidad había informado de un incidente similar, en el que un fallo eléctrico afectó el sistema de refrigeración del Centro de Procesamiento de Datos (CPD), provocando una caída temporal de los servicios.

Desde Portugal, se reportó desconcierto entre los ciudadanos, quienes salieron a las calles debido a la falta de comunicación tras el corte de luz. El gestor de energía portugués también confirmó que el apagón afectó a toda la Península Ibérica, así como a partes de Francia.