Explosión en el puerto de Irán deja al menos 65 muertos y devastadores incendios

El incendio en el puerto continuó este lunes, con bomberos trabajando arduamente para extinguir las llamas

Un devastador apagón de incendios sigue afectando el puerto de Shahid Rajaee, en el sur de Irán, tras una explosión masiva ocurrida el sábado. La tragedia ha dejado al menos 65 muertos, según informó la televisión estatal iraní y otras fuentes locales.

El puerto de Shahid Rajaee, ubicado cerca del estratégico estrecho de Ormuz, una de las principales rutas marítimas por donde transita una quinta parte de la producción mundial de petróleo, fue escenario de un incidente catastrófico que también dejó más de 1.000 personas heridas. Sin embargo, el director de gestión de crisis de la provincia de Hormozgan, Mehrdad Hassanzadeh, señaló que la mayoría de los heridos ya han recibido tratamiento y han sido dados de alta. De los afectados, solo 138 permanecen hospitalizados.

El incendio en el puerto continuó este lunes, con bomberos trabajando arduamente para extinguir las llamas. La televisión estatal iraní mostró imágenes de una espesa columna de humo negro elevándose sobre el lugar, mientras helicópteros sobrevolaban la zona para ayudar en las labores de extinción. Se espera una evaluación de los daños una vez que el fuego sea completamente controlado.

Aunque la causa exacta de la explosión aún no ha sido confirmada, las autoridades aduaneras del puerto indicaron que probablemente se originó en un depósito de materiales peligrosos y químicos. El ayatolá Ali Jamenei, líder supremo de Irán, ordenó una investigación para determinar si hubo “negligencia o intención” detrás del suceso.

Las imágenes de cámaras de seguridad difundidas en redes sociales mostraron cómo el incidente comenzó con un pequeño incendio que generó humo de color marrón anaranjado. Aproximadamente un minuto después, una violenta bola de fuego estalló en el área cercana, provocando pánico entre los trabajadores y obligando a algunos a correr para salvar sus vidas.

El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, visitó los hospitales de la ciudad cercana de Bandar Abbas para atender a los heridos. Mientras tanto, las autoridades han cerrado escuelas y oficinas en la zona, recomendando a los residentes que eviten salir hasta nuevo aviso y que usen mascarillas protectoras debido a la densa humareda.

En medio de la tragedia, fuentes vinculadas al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán indicaron que el material que pudo haber provocado la explosión fue perclorato de sodio, un componente utilizado en el combustible sólido para misiles. Sin embargo, el Ministerio de Defensa de Irán desmintió que se hubiera importado o exportado cargamento de uso militar en la zona.

Rusia, en solidaridad con Irán, envió especialistas para ayudar en las labores de control del incendio. En señal de luto, las autoridades iraníes declararon este lunes como día de duelo nacional, mientras que la provincia de Hormozgan inició tres días de luto en recuerdo de las víctimas.

La explosión ocurrió en un contexto delicado, mientras delegaciones iraníes y estadounidenses mantenían conversaciones de alto nivel en Omán sobre el programa nuclear de Irán. Las autoridades iraníes tratan el incidente como un accidente, aunque este suceso se enmarca en un clima de tensiones regionales, particularmente con Israel, que en 2020 habría lanzado un ciberataque contra el mismo puerto.

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