Los precios internacionales del petróleo registraron una fuerte caída este martes, impulsados por la tregua entre Irán e Israel y por una declaración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien anunció que China podrá continuar comprando crudo iraní. En paralelo, los mercados bursátiles globales repuntaron con fuerza y el dólar retrocedió frente a otras monedas, en un contexto de menor tensión geopolítica y señales alentadoras en el comercio internacional.
Tras el anuncio del alto el fuego, el Brent cayó 2,9% y se ubicó en 69,40 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) retrocedió 3% hasta los 66,48 dólares, sus niveles más bajos desde mediados de junio. Estos movimientos revirtieron días de subas provocadas por el temor a una escalada bélica en Medio Oriente.
La distensión redujo el riesgo en una zona clave para el suministro energético global, particularmente en el estrecho de Ormuz, donde transita cerca del 20% del petróleo mundial. A pesar de los ataques previos, no se registraron daños a infraestructura crítica ni bloqueos en las rutas de suministro.
El efecto bajista se profundizó cuando Trump, a través de su red Truth Social, afirmó: “China ahora puede seguir comprando petróleo de Irán. Ojalá también compre mucho a Estados Unidos”. El comentario fue interpretado como un posible relajamiento de las sanciones de Washington contra Teherán, lo que elevaría la oferta disponible en los mercados.
Según analistas como David Morrison, de Trade Nation, la tregua disminuyó la prima de riesgo sobre el crudo, y la posibilidad de mayores exportaciones iraníes, especialmente hacia China —tercer mayor importador del mundo—, sumó presión a la baja sobre los precios.
Irán, el tercer mayor productor de la OPEP, podría incrementar sus ventas externas si la calma se mantiene. La analista Priyanka Sachdeva advirtió que la evolución del conflicto será clave: “El cumplimiento del alto el fuego será determinante para la trayectoria de los precios”.
El presidente iraní Masoud Pezeshkian aseguró que su país respetará la tregua si Israel hace lo mismo. Por su parte, el gobierno israelí no lanzó nuevos ataques tras una conversación entre Trump y el primer ministro Benjamin Netanyahu.
La distensión en Medio Oriente también impulsó a los mercados bursátiles globales. En Wall Street, el Dow Jones y el S&P 500 subieron un 0,8%, mientras que el Nasdaq ganó un 1,1%. En Europa, el DAX alemán avanzó un 1,6%, el CAC 40 francés un 1,2%, y el FTSE 100 británico apenas un 0,2%, limitado por pérdidas en acciones energéticas como Shell y BP. En Asia, los avances superaron el 2% en Hong Kong y el 3% en Corea del Sur.
El optimismo también se apoya en las señales de cautela de la Reserva Federal de EE. UU. El presidente de la Fed, Jerome Powell, afirmó ante el Congreso que el organismo esperará antes de ajustar las tasas, lo que aumentó la expectativa de posibles recortes si las condiciones lo permiten.
La baja en el precio del crudo reduce las presiones inflacionarias y abre espacio para decisiones monetarias más flexibles. Sin embargo, la calma podría ser temporal: el 9 de julio vence un plazo clave en la guerra comercial de Trump, con posibles tarifas del 50% para países que no logren acuerdos con EE. UU., incluida la Unión Europea.
“Con la tensión geopolítica contenida, los inversores vuelven a mirar el frente comercial”, explicó Morrison. “Después de haber sorteado la posibilidad de una guerra de proporciones globales, algunos puntos porcentuales más en los aranceles ya no generan tanto temor”.