El gobierno de Estados Unidos anunció que podría rechazar solicitudes de vuelo de aerolíneas mexicanas como respuesta a un supuesto incumplimiento del Acuerdo de Transporte Aéreo por parte de México. La medida surge tras acusaciones de que el gobierno mexicano reubicó unilateralmente operaciones de carga del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Ante estas advertencias, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes 21 de julio que su administración no ha sido notificada formalmente sobre posibles sanciones. En su conferencia mañanera, expresó que “no hay razón para tener alguna sanción” y defendió la soberanía del país en la toma de decisiones aeroportuarias.
“Fue un comunicado de la Secretaría de Transporte del gobierno de Estados Unidos. Todavía no hemos sido notificados formalmente”, dijo la mandataria, quien agregó que esperarán la notificación oficial para conocer los detalles. También insistió en que la seguridad aérea fue prioritaria en las decisiones tomadas.
La presidenta recordó que desde 2014 ya se había advertido sobre la saturación del AICM, lo que fue uno de los argumentos para cancelar el aeropuerto en Texcoco y construir el AIFA. Señaló que la operación en el AICM “llegaba a niveles de riesgo” y que la construcción del nuevo aeropuerto fue una “decisión soberana y más económica”.
Respecto a las quejas de empresas estadounidenses sobre el traslado de operaciones de carga, Sheinbaum reconoció que algunas consideraron corto el tiempo de aviso, pero destacó que “ya pasó más de un año y medio” y que las compañías se han ido adaptando.
También indicó que actualmente existen mesas de trabajo con la participación de la Secretaría de Defensa, Marina e Infraestructura, Comunicaciones y Transportes para atender inquietudes y garantizar la coordinación en temas aeroportuarios.
Por su parte, el secretario de Transporte de EE.UU., Sean P. Duffy, acusó que México “rescindió abruptamente” franjas horarias (slots) en el AICM en 2022 y obligó a transportistas de carga estadounidenses a trasladar operaciones sin que se concretara la prometida remodelación del aeropuerto.
Según el Departamento de Transporte (DOT), estas acciones han perturbado el mercado, elevado costos operativos y afectado a empresas estadounidenses, operadores establecidos y nuevos participantes, así como a consumidores.
Entre las medidas anunciadas por EE.UU. se contempla rechazar nuevas solicitudes de vuelos chárter y limitar la expansión de rutas comerciales de aerolíneas mexicanas. Las compañías mexicanas también deberán presentar itinerarios completos y someter a aprobación previa cualquier vuelo chárter con aeronaves grandes.
Además, las autoridades estadounidenses advirtieron que, de continuar la situación, podrían revocar la aprobación antimonopolio para la colaboración entre Delta y Aeroméxico, lo que limitaría su capacidad para coordinar tarifas y operaciones conjuntas. No obstante, se mantendrían los vuelos ya autorizados y otras formas de cooperación.
El secretario Duffy afirmó que las medidas buscan defender la equidad en el mercado aéreo bilateral y lanzó un mensaje contundente: “Que estas acciones sirvan de advertencia a cualquier país que crea que puede aprovecharse de Estados Unidos… ‘America First’ significa luchar por el principio fundamental de la equidad”.









