Beijin y gran parte del norte de China se han visto afectados este día debido a la peor tormenta de arena registrada por lo menos en los últimos 10 años, lo que provocó un gran caos en la ciudad y la cancelación de por lo menos 400 vuelos.
La tormenta tiene como orígen el desierto de Gobi, en la región de Mongolia Interior, según el centro nacional de Meteorología, por lo que se emitió una recomedación de cierre de las escuelas y se reformzó el servicio de autobuses para resguardar de la tormenta a la mayor parte de la población que puediera estar fuera de sus casas.
Ese tipo de fenómenos es habitual en primavera, cuando la arena de los desiertos occidentales es arrastrada por el viento hacia el este, y afecta a lugares tan lejanos como el norte de Japón.
Gracias a la plantación masiva de arboles y arbustos en muchas zonas vulnerables, se había logrado reducir la intensidad de este tipo de tormentas, pero la expansión de las ciudades y zonas industriales, así como la minería y la sobreexplotación de los pastos, han puesto una constante presión sobre el entorno en todo el país.
Mongolia Interior, que tiene una combinación de desierto y estepa con pastos, es especialmente propensa a los fenómenos climatológicos extremos debido también a la explotación de recursos naturales.
El Centro Nacional de Meteorología estimó que la arena y el polvo afectarían a 12 provincias y regiones, desde Xinjiang, en el extremo noroccidental, a Heilongjiang, en el noreste, así como a la ciudad costera oriental de Tianjin.
“Esta es la tormenta de arena más intensa que ha visto nuestro país en 10 años, y la que cubre la extensión más amplia”, dijo el centro a través de su sitio web.
El gobierno ha prometido reducir las emisiones de dióxido de carbono por por unidad de producción económica en un 18 por ciento en los próximos cinco años. Los ambientalistas dicen que China debe hacer más para reducir su dependencia del carbón, que ha convertido al país en el mayor emisor de gases de efecto invernadero.