Comunidades de Hidalgo claman ayuda tras quedar aisladas por inundaciones

En su desesperación, habitantes han pintado mensajes de auxilio como “SOS” en campos abiertos para intentar llamar la atención de las autoridades

Cientos de personas en comunidades de Hidalgo permanecen incomunicadas, sin alimentos, electricidad ni medicamentos, tras las severas inundaciones provocadas por recientes lluvias. A pesar de que se estableció un puente aéreo el domingo para enviar ayuda, muchas zonas siguen sin recibir auxilio. En su desesperación, habitantes han pintado mensajes de auxilio como “SOS” en campos abiertos para intentar llamar la atención de las autoridades.

En la comunidad La Esperanza Número 1, en Huehuetla, vecinos —incluidos niños— marcaron un “SOS” con cal sobre la tierra. La principal necesidad es comida: ya no cuentan con víveres, apenas un poco de agua, y la electricidad está cortada. Profesores como Cesáreo Pérez y Carla Pérez recurrieron a esta señal universal para buscar auxilio, pues hasta ahora, la ayuda no ha llegado.

Erasto Tolentino, luchador social de la zona, expresó su preocupación por sus familiares atrapados. Aseguró que aún están vivos, pero los alimentos escasean y el centro de salud, aunque aún en funcionamiento, ya presenta falta de medicamentos.

En Tianguistengo, Paul Escudero, maestro de telesecundaria, permanece atrapado desde hace días en la comunidad de Pahuatitla. Su hermana, Arlette, logró recibir una breve llamada cuando Paul usó gasolina para recargar su celular, pero desde entonces no han tenido noticias. “Paul, te esperamos en casa. Mantén la calma y no pierdas la esperanza”, escribió en redes.

La situación se repite en otras comunidades como Cholula, también en Tianguistengo, donde cerca de 300 personas, incluidos niños, mujeres y adultos mayores, sobreviven sin comida ni medicinas. Habitantes exigen apoyo aéreo urgente y protestan con pancartas frente a Palacio de Gobierno en Pachuca: “Solo pedimos apoyo, no pedimos más”.

Además de Cholula, otras regiones afectadas incluyen Cerro Chiquito, San José del Valle, El Barrio de San José, San Isidro, San Francisco, La Palizada y Jiliapa, en Meteztitlán. Vecinos de Tlanchinol también denuncian abandono: “Aquí nadie ha llegado”, reportan. En todas estas localidades, la falta de vías de acceso complica el ingreso de ayuda terrestre.

Imágenes de Tlanchinol muestran caminos destruidos, árboles caídos y personas caminando en busca de asistencia. En Zacualtipán, habitantes de Maxala piden apoyo para las familias damnificadas. En Tenango de Doria, comunidades como Cerro Chico, San Isidro y San Francisco La Laguna siguen sin ser atendidas.

Algunos pobladores han compartido incluso coordenadas exactas para permitir aterrizajes de helicópteros, ante la falta de respuesta gubernamental.

Frente a esta emergencia, la sociedad civil ha comenzado a organizarse. Isaí, migrante desde Carolina del Norte, contó cómo un grupo de paisanos de Olonteco, Zacualtipán, reunió 25 mil pesos para enviar alimentos en avión. Sin embargo, las autoridades del aeropuerto les negaron el vuelo, argumentando que solo el gobierno puede realizar estos envíos.

Los pocos mensajes que logran difundirse vía celular muestran que, aunque no hay reportes de muertos en algunas comunidades, el hambre, la sed y el frío ponen en riesgo la vida de cientos de personas.

La emergencia también se extiende a San Luis Potosí, donde cuatro comunidades siguen incomunicadas. Según el gobernador Ricardo Gallardo, más de 1,600 personas han sido evacuadas, se han registrado 13 derrumbes y 44 árboles caídos, y ya iniciaron labores de limpieza, entrega de apoyos económicos y campañas de fumigación para prevenir enfermedades como el dengue.

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