Según un informe de la Cancillería mexicana de hoy, el gobierno de México ha expresado su preocupación a su homólogo de Estados Unidos por supuestos abusos a los derechos humanos de los trabajadores migrantes en el estado de Texas.
El Departamento de Seguridad Pública de Texas está acusado de violar los derechos de los migrantes, según se informó en investigaciones periodísticas recientes, según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, que explicó en un comunicado que el gobierno de México solicitó a EE.UU. en una nota diplomática investigar el asunto en base a su autoridad sobre la política de inmigración y dentro de un marco de derechos humanos.
La SRE enfatizó que de confirmarse, tales acciones “atentarían contra la integridad de los migrantes y contribuirían a otros graves daños al bienestar de las personas”, al tiempo que señaló que México reiteró en la nota diplomática “su disposición a seguir abordando estos asuntos de manera espíritu de respeto y cooperación”.
Dando seguimiento a su carta del 26 de junio, la carta de México al gobierno de Estados Unidos expresa desaprobación y oposición a las acciones tomadas por funcionarios del estado de Texas en la región de Eagle Pass, a lo largo del cauce del Río Bravo, que separa las fronteras de las dos naciones.
La construcción de vallas en espiral hechas de alambre de púas y barriles, así como la limpieza y el movimiento de personas del área debajo del Puente Ferroviario Internacional, son todos esfuerzos para detener la migración irregular.
Además, el canal piloto del Río Bravo tiene una barrera de boyas instaladas en su interior que están ancladas al fondo, obstruyendo y desviando la escorrentía del río hacia territorio mexicano en violación de los términos del Tratado de Límites de 1970 entre México y EE. UU., según denunció el Gobierno mexicano.









