Los fiscales federales en el juicio a Genaro García Luna avanzan en la conexión de diversos elementos revelados por los primeros cooperantes, como el decomiso de más de 20 toneladas de cocaína en Manzanillo, Colima, en octubre del 2007.
Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, y Óscar Nava Valencia, alias “El Lobo”, señalaron que sus organizaciones, los Beltrán Leyva y el Cártel del Milenio, perdieron esa droga proveniente de Colombia, a pesar de tener protección de la Policía federal mexicana, entonces liderada por García Luna, como secretario.
La razón que García Luna les dio es que dicha cocaína había sido decomisada por la Marina mexicana y agentes estadounidenses, algo que confirmó el agente de la DEA, Adrián Ibañez, quien laboró en el consulado de EE.UU. en Guadalajara, Jalisco.
Señaló que el área de inteligencia a la que pertenecía recibió un “tip” sobre la droga en contenedores en Manzanillo, por lo que compartió la información agentes de la DEA de campo y autoridades mexicanas, incluida la Policía federal.
Agregó que oficiales de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), que antes de 2006 dirigió García Luna, participaron en el operativo, pero fueron principalmente elementos de la Marina con apoyo de la DEA y oficiales de vigilancia del puerto de Manzanillo.
La asistente del fiscal, Erin Reid, mostró fotografías del decomiso: los contenedores, los paquetes de cocaína en el piso para ser revisada y cuando ésta fue quemada. En varias de las imágenes, los elementos de la Marina aparecieron en primer plano, como la fuerza del orden que llevó mano en las acciones.
Fueron en total 23.5 toneladas de cocaína decomisada, en cuyo operativo también participaron dos agentes de la DEA, agregó Ibáñez.
“El Lobo” había dicho en testimonio que García Luna justificó que no podía recuperar esa droga, porque era un operativo de la Marina, pero al entregarles a los narcos un documento que demostraba el operativo evitó un problema con los socios colombianos de los narcos mexicanos. Les ahorró $50 millones de dólares, según el cooperante.
Los fiscales avanzan en conectar diversos elementos de dichos de los cooperantes para demostrar cómo García Luna y sus aliados en el gobierno federal mexicano conspiraron para ayudar a cárteles de la droga.