Durante Semana Santa, Saltillo registró una alta demanda en la renta de quintas y palapas con alberca, a pesar de que muchas familias salieron de la ciudad. La aparente calma en la capital coahuilense contrastó con la intensa búsqueda de espacios recreativos por parte de quienes decidieron quedarse.

Desde días previos al periodo vacacional, numerosas familias comenzaron a hacer reservaciones, anticipándose al descanso y al clima cálido que se pronosticaba. Esta tendencia convirtió la renta de espacios privados con alberca en una de las actividades más solicitadas, especialmente entre el viernes y domingo santos.

La alta demanda provocó un aumento significativo en los precios, con tarifas que oscilaron entre los 2 mil y 4 mil pesos por 4 horas, y hasta 8 mil pesos por 6 horas, bajo la condición de no superar los 50 asistentes por grupo.

Para aprovechar el auge, los propietarios de estos lugares implementaron esquemas de rotación por horarios, permitiendo rentar hasta tres veces por día a distintos grupos. Aun así, la disponibilidad se agotó rápidamente y, en pocos días, fue prácticamente imposible conseguir una reservación.

Pese al incremento de precios, la mayoría de los espacios fueron rentados, dejando a muchas familias sin acceso a una palapa o quinta con alberca en la fecha deseada.