Arabia Saudita ejecutó este lunes a cinco hombres, cuatro sauditas y un egipcio, acusados de haber atacado un lugar de culto, anunciaron las autoridades.
Esto lleva a 68 el número de ejecuciones desde el inicio del año en el reino, uno de los países que más aplican la pena de muerte en el mundo, según la agencia de noticias AFP. Por su parte, la agencia de noticias EFE reporta 59.
Más de 1,000 ejecuciones se registraron desde la llegada al poder del rey Salman en 2015 y el ascenso de su hijo Mohammed, dirigente de facto del reino, según balance de la organización británica Reprieve y la Organización Euro-Saudita de Derechos Humanos publicado a inicios del año.
Las cinco personas fueron condenadas por haber realizado un ataque que dejó cinco muertos y varios heridos en el este del reino, indicó el ministerio saudita del Interior en un comunicado, sin especificar la fecha ni el lugar preciso. También fueron considerados culpables de pertenecer a un “grupo terrorista”.
Desde inicios de mayo, más de 20 personas han sido ejecutadas por terrorismo, la mayoría en el este del país, una región principalmente chiita.
El año pasado, Arabia Saudita ejecutó a 147 personas, 81 de ellas un mismo día, lo que causó rechazó internacional.
En 2022, Amnistía Internacional registró al menos 883 ejecuciones repartidas en 20 países, lo que supuso un incremento del 53% con respecto al año 2021, en el que se registraron al menos 579 ejecuciones.
Amnistía hace un seguimiento del uso que los Estados hacen de esta forma, la más extrema, de castigo cruel, inhumano y degradante con el fin de señalar públicamente a los países que siguen aplicándolo y hacer que rindan cuentas por ello.
Según la organización, los países que mantienen la pena de muerte suelen afirmar que es una forma de disuasión contra la delincuencia. Sin embargo, esta postura ha sido desacreditada en repetidas ocasiones; no hay pruebas que demuestren que sea más eficaz que la cadena perpetua a la hora de reducir la delincuencia.
Con información de EFE y DW.