Mahsa Ghorbani, reconocida como una de las árbitras más destacadas de Asia, ha sido víctima de amenazas y ataques tras ser designada para dirigir un partido de fútbol masculino en Irán.

En una entrevista con el diario Hammihan, Ghorbani, de 34 años, confirmó haber recibido mensajes ofensivos y amenazas de ataques con ácido. Estas intimidaciones buscaban impedir su participación en el partido entre Esteghlal y Persépolis, donde habría hecho historia como la primera mujer en formar parte de un equipo arbitral en un encuentro masculino en Irán.

Ante estos hechos, Ghorbani aseguró encontrarse ahora en un lugar seguro en Europa.

“Al principio, me pidieron educadamente que me retirara del partido. Luego me pidieron que escribiera una carta diciendo que no estaba mental ni emocionalmente en condiciones para arbitrar. Después de eso, me pidieron que me sentara frente a una cámara y dijera que estaba enferma y que no podía arbitrar”, dijo.

El incidente refleja las tensiones en torno al papel de las mujeres en el fútbol iraní. En 2019, la República Islámica prohibió la asistencia de mujeres a los estadios, aunque esta restricción se rompió temporalmente tras la presión de la FIFA, permitiendo que 3,500 mujeres asistieran al partido entre Irán y Camboya.

La situación de Ghorbani evidencia los desafíos que enfrentan las mujeres que buscan avanzar en un entorno profundamente restrictivo.