El atentado contra policías municipales y agentes ministeriales de la Fiscalía de Jalisco fue una trampa en el que se utilizaron ocho artefactos explosivos, de los cuales solo siete detonaron, dejando un saldo de seis muertos, confirmó el gobernador de esa entidad, Enrique Alfaro.
Tras la reunión del gabinete de seguridad de los tres niveles de gobierno, Alfaro Ramírez explicó que además de las seis personas fallecidas, el atentado provocó que otras 12 personas más resultaran lesionadas.
Explicó que tras las primeras investigaciones se pudo corroborar que la presencia de los policías municipales y elementos ministeriales en el lugar de los hechos fue producto de una trampa, ya que una madre que pertenece a los colectivos que buscan familiares desaparecidos, recibió un reporte falso de que ahí se encontraba una fosa con varios cuerpos.
El gobernador de Jalisco agregó que la mujer de inmediato solicitó el apoyo de las autoridades, por lo que acudieron policías municipales y Policías de Investigación de la Fiscalía de Jalisco para atender la falsa emergencia.