Aumentaron a 11 los estudiantes en «estado crítico», tras la explosión ocurrida el miércoles en el interior de un colegio en la ciudad chilena de Santiago, incidente que dejó al menos 35 heridos, informó el jueves el Ministerio de Salud de Chile.
La cartera detalló en un boletín que no hay fallecidos y que entre los 35 heridos, 25 se encuentran hospitalizados, cinco de ellos en «estado de extrema gravedad» y 11 en «estado crítico».
El ministro de Educación, Nicolás Cataldo, aseveró este jueves en rueda de prensa que detrás de estos actos «no hay demandas, no hay objetivos, no hay rostros».
El titular de Educación subrayó que lo sucedido constituye un daño al patrimonio fundamental de la patria que son los jóvenes.
Por su parte, la directora del Internado Nacional Barros Arana (INBA) donde ocurrió el accidente, María Alejandra Benavides, señaló a la prensa local que fue un hecho aislado de una comunidad que «ha reencontrado el diálogo, que nos sentamos a la mesa a conversar, que resolvemos nuestras diferencias».
«No existe un acopio masivo, diario, ni permanente de material incendiario. No existe una fábrica como se dice en la prensa, sino que hay un grupo minoritario de estudiantes que decide manifestarse de una manera violenta», afirmó.
La policía local precisó que un grupo no determinado de estudiantes del INBA, localizado en el casco histórico de la ciudad de Santiago, realizaba el miércoles preparativos para salir del recinto y efectuar el lanzamiento de artefactos explosivos en la vía pública, pero tras circunstancias que se desconocen se produjo una explosión de los artefactos con saldo de varios lesionados.