Una historia bastante peculiar fue la que se dio en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la disciplina de boxeo, cuando el irlandés Aidan Walsh tuvo que abandonar la competencia pese a ganar el derecho de acceder a las Semifinales, todo debido a una lesión que se provocó en el tobillo cuando celebró de forma eufórica su triunfo en la ronda de Cuartos de Final.
El irlandés se impuso a Mauricio Merven Clair y ello lo llenó de alegría, al grado de que cuando le levantaron el puño como vencedor, comenzó a dar de brincos, pero para su mala fortuna en uno de ellos se torció el tobillo, situación que lo condenó a retirarse de la contienda y olvidarse de la presea de Oro.
Incluso, Aidan Walsh tuvo que ser retirado en silla de ruedas tras la torcedura de tobillo que se llevó; posteriormente, no se presentó al pesaje para su pelea de Semifinales ante el británico Pat McCormack y ahí quedó claro que no iba a poder seguir compitiendo por la lesión.
Tras la lesión de Aidan Walsh, el británico Pat McCormack avanzó de forma directa a la Final y a la pelea por la medalla de Oro ante el cubano Roniel Iglesias, quien resultó vencedor en peso welter (63-69 kg).
No obstante, en el boxeo a los perdedores de las Semifinales se les otorga la medalla de Bronce, por lo que Aidan Walsh se pudo quedar con dicho metal pese a no pelear por su lesión en el tobillo, ya que previamente se había logrado clasificar a dicha ronda.