Ante el nuevo aumento de la afluencia de inmigrantes, la Casa Blanca ha suspendido 26 leyes federales para permitir la construcción del muro fronterizo en el condado de Starr, en el sur de Texas, dijo el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DSN).
Esto marca un cambio de dirección para la Administración Biden, dado que la construcción del muro fronterizo fue una promesa emblemática del expresidente Donald Trump en su campaña de 2016 y ha sido fuertemente criticada por los demócratas desde entonces. El presidente Joe Biden detuvo la construcción durante su primera semana en la Casa Blanca, en enero de 2021.
“Existe actualmente una necesidad aguda e inmediata de construir barreras físicas y caminos en las cercanías de la frontera de Estados Unidos para evitar la entrada ilegal a Estados Unidos en las áreas del proyecto”, dijo el secretario del DSN, Alejandro Mayorkas, en un aviso publicado en el Registro Federal de EE. UU., una oficina que prepara y publica una amplia variedad de documentos públicos.
Mayorkas dijo que está utilizando la autoridad que le otorga el Congreso para renunciar a estas leyes, incluida la Ley de Aire Limpio, la Ley de Agua Potable Segura y la Ley de Especies en Peligro de Extinción.
Las suspensiones evitan largas revisiones y demandas que requieren mucho tiempo y que cuestionan la violación de las leyes ambientales, dando paso al uso de fondos de una asignación relacionada del Congreso en 2019 para construir el muro fronterizo en el condado de Starr, en el sector del valle del río Grande.
La construcción gradual sumará 20 millas (aproximadamente 32 kilómetros) adicionales al sistema de barreras fronterizas existentes en el área, informaron los medios locales.
Hay una ‘alta (tasa de) entrada ilegal’ en el condado, con más de 245.000 encuentros de inmigrantes registrados en la región durante el año fiscal actual, según mostraron los últimos datos del Gobierno.
“Después de años de negar que un muro fronterizo y otras barreras físicas sean efectivas, el anuncio del DSN representa un cambio radical en el pensamiento de la Administración: un muro seguro es una herramienta efectiva para mantener el control de nuestras fronteras”, dijo Dan Stein, jefe de la Federación para la Reforma Migratoria Estadounidense, en un comunicado.
El representante estadounidense Henry Cuellar, un demócrata de Texas, expresó en un comunicado una opinión diferente sobre el renovado esfuerzo de construcción del muro.
“Un muro fronterizo es una solución del siglo XIV para un problema del siglo XXI. No reforzará la seguridad fronteriza en el condado de Starr”, afirmó.
Algunos defensores del medio ambiente expresaron su preocupación de que la construcción atraviese terrenos públicos y hábitats de plantas y especies en peligro de extinción como el ocelote, un gato montés moteado.
Durante la Administración Trump, se construyeron alrededor de 450 millas (724 kilómetros) de barreras a lo largo de la frontera suroeste entre Estados Unidos y México, entre 2017 y enero de 2021.
Hubo más de 260.000 encuentros en la frontera sur de Estados Unidos en septiembre, lo que sería el total mensual más alto registrado, según un informe de Fox News, citando fuentes de Aduanas y Protección Fronteriza.