Con 415 votos a favor y cero en contra, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó reformas a la Ley General de Vida Silvestre que prohíben el uso de mamíferos marinos en espectáculos y la existencia de delfinarios en el país. La iniciativa fue enviada al Ejecutivo federal para su promulgación.

La reforma establece que no podrá poseerse ni utilizarse a estos animales, salvo en casos estrictamente justificados por fines de conservación, reproducción controlada o rescate por autoridades competentes, siempre sin fines de lucro.

El dictamen aprobado también restringe cualquier forma de aprovechamiento extractivo, salvo investigaciones científicas orientadas a la protección de estas especies. Dichas investigaciones deberán ser avaladas por instituciones académicas oficiales y contar con protocolos autorizados por la Secretaría del ramo.

Quienes infrinjan la ley podrían enfrentar multas que van de 200 a 75 mil veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA).

Durante la discusión, la diputada Virginia Reyes (MC) condenó la explotación histórica de delfines, orcas y lobos marinos para el entretenimiento:

«Fueron entrenados bajo coerción, aislados de sus hábitats y privados de sus vínculos naturales. Lo normalizamos como si la crueldad fuera parte del espectáculo», denunció.

Por su parte, la diputada Ariana del Rocío Rejón (PRI) celebró que la legislación deje de ver a los mamíferos marinos como mercancía o piezas de exhibición, señalando que la reforma representa un avance ético y jurídico en la relación entre el Estado y los animales.

El diputado Carlos Puente (PVEM) recordó que su partido impulsó esta iniciativa hace 14 años, y con esta aprobación se concreta su objetivo:

«Hoy terminamos con estas cárceles de mamíferos marinos, con los llamados delfinarios», afirmó.

La reforma fue avalada previamente por el Senado el pasado lunes 23 de junio, al inicio del periodo extraordinario, y enviada a la Cámara de Diputados ese mismo día para su discusión final.