México finaliza la Jornada FIFA con dos resultados exitosos y la satisfacción de haber jugado bien ante un equipo como Die Mannschaft. Tanto el empate (2-2) como los errores que derivaron en los goles de Alemania se podrían haber evitado.

Debido a las similitudes entre Jaime Lozano y Julian Nagelsmann, esta fue una oportunidad perfecta para que jugaran uno contra el otro y mostraran en qué habían estado trabajando. Como resultado, en una noche fría en Filadelfia, pero con buen ánimo en el campo y en las gradas, el partido terminó en empate.

Peligro, paradas heroicas y una gran multitud de más de 62 mil espectadores en el Lincoln Financial Field estuvieron presentes desde los primeros minutos del partido.

Los primeros errores mexicanos hicieron que una noche tricolor en Pensilvania se viera eclipsada por los europeos, y el responsable fue Antonio Rüdiger, que en ese momento estaba al mando.

Tras una clara falla de Santiago Giménez, México insistió, pero el equipo de Jimmy no tardó en responder. Uriel Antuna completó un gol a Marc-André ter Stegen tras una jugada bien planificada del Chucky Lozano.

El complemento siguió poco después y fue igualmente fuerte.

Erick Sánchez anotó de cabeza para salvar el balón y poner el 2-1 (47′) a los pocos minutos de los 45 segundos. Antuna brindó la asistencia, que desvía algunas de las críticas y eleva su total de goles en la Tricolor.

Y eso, naturalmente, sacudió a los alemanes, que se ajustaron y finalmente se encontraron con un empate 2-2 tras una serie de rebotes, uno de los cuales vino de Guillermo Ochoa en un intento de mantener con vida a su equipo; Niclas Füllkrug empató en el minuto 51.

Aunque todavía había peligro, el balón ya no entraba, lo que le dio a Lozano más respiro y seguridad de cara a su próximo objetivo: jugar la Copa América del año siguiente con un equipo que lidera y anota, algo que ha sido ausente de la selección nacional últimamente.