Estados Unidos confirmó sanciones financieras contra Rusia y la expulsión de 10 diplomáticos rusos, en respuesta a ciberataques y una injerencia en las elecciones presidenciales de 2020 atribuidos a Moscú.
El presidente Joe Biden firmó una orden ejecutiva que permitirá volver a castigar a Rusia, con «consecuencias estratégicas y económicas», «si continúa o promueve una escalada de sus acciones desestabilizadoras internacionales», advirtió la Casa Blanca en un comunicado.
El decreto de Biden permitirá asimismo volver a castigar a Rusia, con «consecuencias estratégicas y económicas», «si continúa o promueve una escalada de sus acciones desestabilizadoras internacionales», advirtió la Casa Blanca en un comunicado.
La declaración enumera en primer lugar los «esfuerzos de Moscú para socavar la conducción de elecciones democráticas libres y justas y las instituciones democráticas en Estados Unidos y en sus aliados».
Con esto alude a acusaciones de que las agencias de inteligencia rusas organizaron campañas persistentes de desinformación y trucos sucios durante las carreras electorales de 2016 y 2020, en parte para ayudar a la candidatura de Donald Trump.
La Casa Blanca dijo que las sanciones responden también a «actividades cibernéticas maliciosas contra Estados Unidos y sus aliados», en referencia al pirateo de un programa de la empresa SolarWinds, que permitió entrar en sistemas informáticos del gobierno estadounidense el año pasado.
Por su parte, Rusia prometió este jueves una respuesta «inevitable» a las sanciones decretadas por Estados Unidos en su contra, y convocó al embajador estadounidense en Moscú para una «conversación difícil».
«Estados Unidos no está listo a aceptar la realidad objetiva de un mundo multipolar, sin hegemonía estadounidense (…) Un comportamiento agresivo de este tipo recibirá una fuerte respuesta. La respuesta a la sanciones será inevitable», declaró la portavoz de la diplomacia rusa, Maria Zajárova.
«Washington debe entender que tendrá que pagar el precio del deterioro de las relaciones bilaterales. La responsabilidad de lo que está sucediendo recae enteramente en Estados Unidos», agregó la portavoz.
Zajárova anunció también que el embajador estadounidense en Moscú, John Sullivan, había sido convocado al ministerio ruso de Relaciones Exteriores para «una conversación que será difícil para el lado estadounidense».