El mundo del béisbol está de luto tras el fallecimiento de Lawrence J. Dolan, propietario de los Guardianes de Cleveland, a los 94 años. La franquicia anunció su muerte el domingo por la noche a causa de complicaciones naturales.

Bob DiBiasio, vicepresidente senior de asuntos públicos del equipo, destacó el legado de Dolan:
«El Sr. Dolan invirtió toda su vida en el área metropolitana de Cleveland e impactó a nuestra comunidad en muchos niveles… Muchos se beneficiaron de su compromiso, influencia y pasión, especialmente en el mundo del deporte”.

Dolan, nativo de Cleveland, adquirió la franquicia en 2000 por 320 millones de dólares, convirtiéndose en el propietario más longevo en la historia del equipo. Actualmente, la familia Dolan mantiene el 75% de participación en el club.

Su hijo, Paul Dolan, quien asumió la presidencia del equipo en 2013, expresó su pesar:
«Estamos tristes por la pérdida de nuestro padre, pero agradecidos por haberlo tenido en nuestras vidas tanto tiempo. Era un esposo, padre y abuelo amoroso, apasionado por su familia y la comunidad”.

Bajo su liderazgo, la franquicia—anteriormente conocida como Indios de Cleveland hasta su cambio de nombre en 2021—logró siete títulos de la División Central, nueve apariciones en postemporada y llegó a la Serie Mundial de 2016, donde cayó ante los Cachorros de Chicago en una reñida serie de siete juegos.

El comisionado de la MLB, Rob Manfred, también lamentó su partida:
«Larry Dolan creía firmemente en la mentoría de los jóvenes y en el impacto de los Guardianes en la comunidad. Su experiencia fue clave en el Consejo Ejecutivo de la MLB y el Comité de Propietarios».

A Dolan le sobreviven su esposa Eva, seis hijos y 21 nietos. Su sobrino, James Dolan, es propietario de los Knicks de Nueva York, los Rangers de Nueva York y el Madison Square Garden.