El colapso de un tramo elevado de la línea 12 del Metro ocurrió como resultado del pandeo de dos vigas debido a la falta de pernos funcionales, causando que parte del tramo elevado perdiera su estructura, de acuerdo con el dictamen técnico final de la investigación de la empresa noruega DNV, contratada por el gobierno de la Ciudad de México.
El dictamen de DNV identificó prácticas de soldadura deficientes, específicamente las relacionadas con el uso de barras de acero como material de relleno de soldadura, así como deformaciones en vigas.
“La estructura compuesta estaba operando como dos vigas paralelas independientes, una viga de concreto y una viga de acero que experimentaron condiciones de carga para las que no estaban diseñadas. Lo anterior creo condiciones que llevaron a la distorsión del marco transversal central y la iniciación y propagación de grietas de fatiga que redujeron aún más la capacidad de la estructura para soportar la carga”, se lee en el dictamen.
Los factores que contribuyeron a la falta de funcionalidad en los pernos de debe a: soldaduras deficientes, pernos faltantes y pernos mal colocados.
Mientras que los posibles factores que contribuyeron al colapso incluyen deficiencias en las propiedades mecánicas de las vigas y en el diseño del marco transversal que no cumplió con los estándares de diseño aplicable.