A un mes de la desaparición de los cinco integrantes del Grupo Fugitivo en Reynosa, Tamaulipas, sus familias continúan rechazando la versión oficial de la Fiscalía estatal que asegura que los jóvenes fueron asesinados e incinerados. Los familiares insisten en que no aceptarán ninguna conclusión hasta que se presenten resultados de ADN en los restos óseos hallados.

Los desaparecidos son Francisco Javier Vásquez Osorio, Nemesio Antonio Durán Rodríguez, Llivan Edyberto Solís de la Rosa, Víctor Manuel Garza Cervantes y José Francisco Morales, quienes fueron privados de la libertad el pasado 25 de mayo. La Fiscalía de Tamaulipas sostiene que fueron asesinados y sus cuerpos incinerados en un horno de una ladrillera ubicada en la colonia Aquiles Serdán, en Reynosa.

Como parte de su exigencia de justicia, las familias organizaron una caravana de vehículos que recorrió Reynosa desde el poniente hasta la Concatedral en el centro de la ciudad, donde se celebró una misa en honor a los jóvenes desaparecidos. Durante el recorrido, los autos llevaban pancartas con fichas de búsqueda y mensajes que exigían no cesar en la localización de los músicos.

Claudia Garza y Ximena Vázquez, familiares de Víctor Manuel y Francisco Javier, denunciaron públicamente haber recibido amenazas para que dejaran de buscar a los integrantes del grupo, bajo la promesa de que así podrían ser liberados. Ambas criticaron severamente el actuar de la Fiscalía, señalando que las declaraciones públicas han afectado profundamente el estado emocional de las familias.

“Desde el inicio dieron por hecho que los cuerpos encontrados eran nuestros familiares, sin pruebas concluyentes, y eso nos destruyó emocionalmente. Comenzamos a recibir condolencias sin siquiera tener una confirmación”, declaró Claudia Garza. También señaló que las ruedas de prensa de la Fiscalía han sido irresponsables y dolorosas para las familias.

Además, afirmó que muchos de los indicios hallados, como llantas y calcomanías de la traila, fueron localizados gracias a mensajes anónimos enviados directamente a las familias. “La mayoría de los hallazgos no los hizo la Fiscalía. Nosotros los encontramos con ayuda de la gente”, aseguró.

Claudia también subrayó que la supuesta evidencia presentada, como un pedazo de bota, no es suficiente para confirmar la identidad de los desaparecidos. “Eso no representa nada si no hay un análisis genético que lo respalde”, reclamó.

Por su parte, Ximena Vázquez expresó que no se han encontrado pertenencias identificables que permitan confirmar oficialmente la muerte de los jóvenes, por lo que seguirán dudando de la versión oficial ofrecida por la Fiscalía de Tamaulipas.