Familias de Durango exigen justicia por desapariciones en el sur de Sinaloa

Carlos Emilio fue visto por última vez la madrugada del 5 de octubre en la Terraza Valentinos, en la Zona Dorada de Mazatlán

La desaparición del joven Carlos Emilio Galván Valenzuela en Mazatlán ha reavivado la exigencia de justicia por parte de colectivos y familias originarias de Durango, quienes piden a las autoridades de ambos estados acelerar las investigaciones y reforzar la búsqueda de personas desaparecidas en el sur de Sinaloa.

Carlos Emilio fue visto por última vez la madrugada del 5 de octubre en la Terraza Valentinos, en la Zona Dorada de Mazatlán. Desde entonces, sus familiares aseguran que no ha habido avances por parte de las fiscalías de Durango ni de Sinaloa. Tampoco han podido acceder a los videos de seguridad del establecimiento donde desapareció.

La indignación social por el caso derivó en una manifestación multitudinaria en la ciudad de Durango. Cientos de personas salieron a las calles con pancartas que decían: “Durango lo vio crecer, Sinaloa nos lo quitó” y “Queremos los videos”. En el mitin realizado frente a la catedral, se escucharon gritos de “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!” y “¡No descansaremos hasta encontrarlos!”.

Aunque el caso de Carlos Emilio no forma parte oficial del expediente del Colectivo Buscando a Emilio —ya que sus padres llevan el proceso por su cuenta—, la organización expresó su total respaldo a su familia y a todas las personas que viven situaciones similares. “Sabemos que la desesperación es espantosa, es una pesadilla que nadie espera vivir”, declaró Miriam Báez, presidenta del colectivo.

Buscando a Emilio tiene activas al menos ocho carpetas de investigación relacionadas con duranguenses desaparecidos en Mazatlán, Rosario, Las Loberas y otras zonas del sur de Sinaloa. Sin embargo, estiman que la cifra real podría ser hasta diez veces mayor debido a los casos no denunciados formalmente.

El lunes pasado, integrantes del colectivo se reunieron con personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa para exigir avances en los expedientes que llevan meses sin movimiento. Miriam Báez calificó el encuentro como positivo, pero insistió en la necesidad de mantener presión para lograr resultados: “Obtuvimos buena atención, pero debemos insistir en el seguimiento”.

Por su parte, Brenda María Valenzuela Gil, madre de Carlos Emilio, denunció que ninguna autoridad ha brindado avances concretos y que la falta de acceso a los videos representa un obstáculo grave para la investigación.

El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, afirmó que se trabaja en coordinación con las autoridades de Durango para localizar al joven desaparecido. “El caso se está investigando. La Fiscalía de Sinaloa y la Fiscalía de Durango están trabajando de manera conjunta, haciendo las investigaciones debidas y aportando los elementos del caso”, declaró durante una visita a Mazatlán.

De acuerdo con cifras publicadas por El Sol de Durango, al menos siete personas originarias de ese estado han desaparecido en Mazatlán entre octubre de 2024 y octubre de 2025. Los colectivos creen que la cifra es mucho más alta.

Las familias afectadas insisten en que su prioridad es recuperar a sus seres queridos, vivos o muertos. “Lo que queremos es recuperar a nuestro ser querido”, reiteraron durante su encuentro con medios.

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