Keila Nicole, una menor de 13 años, fue asesinada brutalmente y su cuerpo desmembrado fue hallado el 2 de julio en una zona agreste de El Rosario, al sur del municipio de San Quintín. La adolescente había sido reportada como desaparecida un día antes, tras enviar un mensaje de alerta a una amiga: “Tengo miedo, se porta extraño, tiene un palo”.
El principal sospechoso del feminicidio es Christian Iván, un joven de 16 años, amigo de Keila, con quien fue vista por última vez tras salir de clases. La Fiscalía General del Estado lo detuvo y lo puso a disposición del Ministerio Público. Durante un cateo en su domicilio, las autoridades localizaron dibujos que mostraban cuerpos desmembrados, lo que podría evidenciar la planeación del crimen.
Pese a la denuncia temprana de su desaparición, policías municipales de San Quintín se negaron a iniciar la búsqueda, argumentando que debían pasar 72 horas. Por ello, tres elementos fueron separados de sus cargos y enfrentan investigaciones administrativas y penales por omisión de funciones.
Ante la falta de respuesta oficial, familiares, vecinos y colectivos de búsqueda organizaron un operativo comunitario que culminó la mañana del 2 de julio con el hallazgo de restos humanos en un camino de terracería. Un perro fue visto cargando una pierna humana, lo que alertó a los participantes. Minutos después, se localizaron más partes del cuerpo de la menor, dispersas entre los matorrales.
El Colectivo de Búsqueda S.Q. hizo un llamado a continuar con las labores, ya que hasta el momento no se han localizado los brazos de la menor. “Exigimos justicia y poder darle un descanso digno. La queremos completa”, expresó el colectivo en redes sociales.
En conferencia de prensa en Tijuana, la fiscal María Elena Andrade confirmó la detención del menor e informó que, según las primeras indagatorias, el joven declaró haberse “inspirado” en la serie televisiva Dexter, cuyo protagonista es un asesino serial.
El caso ha causado indignación en la comunidad de El Rosario, donde este jueves habitantes salieron a protestar y exigir justicia. También demandaron una condena ejemplar, luego de que se informara que, por tratarse de un menor de edad, la pena máxima que podría recibir el responsable sería de cinco años de prisión.
La fiscal Andrade reconoció que nunca había enfrentado un caso con tal nivel de violencia y crueldad entre menores. Mientras tanto, los restos recuperados permanecen en el Servicio Médico Forense, a la espera de los resultados forenses y de la localización del resto del cuerpo.









