Lucas Romero, jugador de León, recibió un rodillazo del árbitro mexicano Fernando Hernández la noche del sábado en el Estadio Azteca, lo que desató un escándalo. Hernández luego publicó en las redes sociales.

Hernández expresó su pesar mientras que la Comisión de Árbitros emitió un comunicado el pasado domingo anunciando que remitirían el caso a la Comisión Disciplinaria a fin de imponer la sanción correspondiente al denunciante.

“Incurrir en cualquier tipo de conducta violenta con los jugadores, integrantes de los cuerpos técnicos, oficiales, con el personal autorizado para permanecer en el terreno de juego y/o con el público. 1 a 15 partidos de suspensión”, se menciona en el artículo 30 del reglamento de la Federación Mexicana de Futbol.

Además, habría una sanción económica de entre 3.112 y 51.870 pesos, por si fuera poco.