Sicarios del Cártel del Golfo (CDG) atacaron a balazos una patrulla de la policía estatal en Reynosa, Tamaulipas, uno de los puntos más violentos y peligrosos de la frontera entre México y los Estados Unidos, debido a la presencia de los narcotraficantes. La persecución y balacera se prolongó por varios minutos, un oficial resultó herido, pero los médicos que lo atendieron no consideraron que las heridas sean graves.
El 30 de abril, el mismo cártel asesinó a una mujer policía y dejó herido a otro elemento de las fuerzas de seguridad de Tamaulipas. En ambos casos, las autoridades mexicanas decomisaron camionetas blindadas, armas largas y equipo táctico; sin embargo, no hubo detenidos, los pistoleros lograron escapar.
La mujer policía asesinada por los pistoleros, se llamaba Raquel Ocaña, tenía 21 años de edad, y apenas cumplía un año en la corporación. Ante esto, el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, condenó los hechos desde su cuenta de Twitter: “Lamento y condeno la agresión ocurrida esta tarde en contra de elementos de @SSP_GobTam cuando cumplían con su trabajo y enfrentaban a presuntos traficantes de migrantes. Contra los delincuentes seguiremos actuando con firmeza y determinación”.
El Cártel del Golfo sostiene una lucha con el Cártel del Noreste (CDN) por el control de los municipios fronterizos de Tamaulipas, principalmente desde que el líder de esta última organización criminal, Juan Gerardo Treviño, alias el Huevo, fuera detenido y extraditado a los Estados Unidos.
