El Gobierno brasileño criticó la postura de la red social X y de su propietario, el millonario Elon Musk, de no querer acatar las decisiones judiciales en el país sudamericano, afirmando que Brasil no es «una tierra sin ley».

Según el ministro de Relaciones Institucionales brasileño, Alexandre Padilha, el Supremo Tribunal Federal (STF) exige que Musk cumpla con la ley, al igual que exige a otros empresarios.

La suspensión de X fue ordenada por el juez del STF Alexandre de Moraes el pasado viernes, por considerar que la plataforma había incumplido sentencias judiciales, había cerrado su oficina en el país y no había presentado un representante legal para actuar en Brasil.

De acuerdo con la ley brasileña, las empresas extranjeras están obligadas a nombrar representantes en el país para poder operar en Brasil.

«Hay que analizar esta situación respetando el papel del Tribunal Supremo. Esto forma parte de la democracia, de la República, respetar las decisiones de los poderes del Estado. Y creemos que hay una clara mayoría en el Supremo Tribunal Federal para exigir que éste y cualquier empresario, si quieren tener alguna actividad económica en el país, cumplan la Constitución y las leyes brasileñas», resaltó Padilha en una rueda de prensa en el Palacio Presidencial de Planalto.

Este lunes, la 1ª Sala del STF votó a favor de mantener la suspensión de la red social. El ministro afirmó estar seguro de que en otros países la legislación vigente es obedecida por la X y que lo mismo debería ocurrir en Brasil.

«El requisito en este momento es que haya representación legal. Si quieres operar en Brasil, tienes que tener un representante legal que responda por cualquier acto que no sea correcto», añadió el funcionario.

«Estoy absolutamente seguro de que sólo puede operar en otros países cumpliendo las leyes de otros países. Brasil no es una tierra sin ley. Si quiere hacer negocios en Brasil, debe cumplir la legislación brasileña. El Tribunal Supremo está exigiendo a este empresario lo que se exige a todos los empresarios brasileños o internacionales que quieren operar en nuestro país», enfatizó Padilha.