Tras casi un siglo de su desaparición, un equipo de científicos de la Universidad de Flinders (Australia) descubrió en Nueva Gales del Sur seis ejemplares de una especie de abeja que se creía extinta. La Pharohylaeus lactiferus había tenido su último avistamiento en 1923, de acuerdo Journal of Hymenoptera Research.
Tras investigar 225 sitios generales y 20 lugares de muestreo considerados como posibles hábitats de esta especie, fue posible encontrarla cerca de dos tipos de planta, el árbol rueda de fuego y el árbol de fuego Illawarra, que reciben su nombre por sus flores rojas.
Las abejas silvestres tienen como principal fuente de alimento estas plantas, por lo que las seis especies se encontraron a unos 200 metros de distancia de ellas.
Tras su descubrimiento los ejemplares fueron trasladados al Museo del Sur de Australia.