Nacida dentro de un círculo religioso, Nala Ray, de 23 años, saltó a la fama después de abrir su cuenta de OnlyFans, dejando de lado su vida dentro de la iglesia.
La mujer originaria de Illinois señaló que jamás se sintió cómoda con la vida que su padre les imponía, ya que, al ser pastor de la iglesia a la que acudían cada domingo, seguía un régimen de estrictas reglas.
Nala consiguió un trabajo de medio tiempo en una cafetería local, trabajo que fue el único que sus padre aceptaron que tuviese. Pero, a espaldas de sus padres, Nala coqueteaba para conseguir más propinas. «Me quitaba el sostén debajo de una blusa ajustada, estaba obsesionada con la atención que podía recibir», señaló la mujer.
También señaló que sus padres fueron en extremo estrictos con las amistades que permitían que tuviera, además de no dejarla tener novio. Tampoco la permitían usar maquillaje, vestir a la moda o tener redes sociales.
Años más tarde Nala consiguió pagarse sus estudios universitarios mientras trabajaba como asistente dental. Al mismo tiempo comenzó a ir al gimnasio y abrió una cuenta de Instagram donde se tomaba fotos como modelo fitness.
Usuarios de Instagram le sugirieron abrir un OnlyFans, donde, tan solo el primer mes ganó 85,000 dólares. Seis meses después ganaría su primer millón de dólares. Un año después de su incursión al mundo de OnlyFans, Nala se compró una mansión en Los Ángeles con alberca.