Una huelga nacional de 24 horas en Italia interrumpió el fin de semana el transporte, los servicios de salud y el sistema escolar, y los sindicatos exigieron medidas más enérgicas para abordar el desequilibrio de género en el mercado laboral, así como mejores y más seguras condiciones de trabajo.

Los trenes, transbordadores y transporte público local sufrieron graves interrupciones en el servicio debido a que trabajadores de compañías tanto públicas como privadas participaron en el paro, aunque los niveles de participación variaron en las diversas regiones.

La compañía ferroviaria nacional, Ferrovie dello Stato (FS), y operadores de transporte local trabajaron para garantizar los servicios esenciales para los viajeros y pasajeros recurrentes en las horas pico.

Alrededor del 90 por ciento de los empleados de la compañía energética Enel participó en el paro, dijeron sindicatos citados por la agencia de noticias ANSA.

Escuelas públicas, universidades y hospitales en todo el país también resultaron afectados por las huelgas, aunque en menor medida.

Se han anunciado más huelgas en el transporte para este mes. Las huelgas programadas en Milán para el 22 de marzo involucrarán metro, autobuses y tranvías locales, mientras que los trabajadores de la FS se irán a huelga el 23 y 24 de marzo.