Un buque de carga que transportaba aproximadamente 3,000 vehículos desde China hacia México, incluidos unos 800 eléctricos, se incendió esta semana en el Océano Pacífico, obligando a la evacuación de los 22 tripulantes. Todos fueron rescatados sanos y salvos por un buque comercial cercano.
El barco, identificado como Morning Midas, se encontraba a unas 1,200 millas de Anchorage, Alaska, cuando la tripulación detectó humo proveniente de la sección donde se almacenaban los autos eléctricos, informó Zodiac Maritime, la empresa operadora del barco con sede en Londres.
El sistema de extinción de incendios del buque fue insuficiente. La tripulación intentó contener las llamas utilizando dióxido de carbono (CO₂), pero el fuego se reavivó una vez que se agotó el agente extintor, explicó Steve Roth, portavoz de la Guardia Costera. Para la mañana del miércoles, el barco seguía en llamas.
El incidente vuelve a poner en el centro del debate los riesgos de transportar vehículos eléctricos, cuyos incendios son especialmente difíciles de controlar debido a las características de sus baterías de iones de litio. Expertos consideran que la acumulación de calor entre celdas puede provocar una reacción en cadena que reavive las llamas incluso después de sofocarlas inicialmente.
“El caso suena consistente con una falla en los vehículos eléctricos, especialmente por el reencendido tras usar CO₂”, dijo Sean DeCrane, de la Asociación Internacional de Bomberos. Rich Meier, de Meier Fire Investigation, explicó que los incendios de baterías requieren reducir su temperatura para detenerse por completo, algo que los sistemas de CO₂ no logran.
Meier advirtió que se podrían necesitar hasta 10,000 galones de agua para extinguir el fuego de un solo auto eléctrico. Si se intenta aplicar esa escala en un barco repleto de vehículos, se corre el riesgo de hundir la embarcación. Además, el uso de agua salada puede ser contraproducente por su efecto corrosivo, que puede generar cortocircuitos.
Zodiac Maritime confirmó que los 22 tripulantes fueron evacuados sin lesiones y que un remolcador ha sido desplegado para intentar controlar la situación. “Nuestras prioridades son garantizar la seguridad de la tripulación y proteger el medio ambiente marino”, declaró la empresa.
El caso del Morning Midas es al menos el tercer incidente grave en años recientes relacionado con barcos que transportan vehículos. En 2022, un carguero con coches de lujo fue abandonado en el Atlántico tras incendiarse. En 2023, un incendio similar dejó una persona muerta y seis heridos a bordo de otro buque con 3,000 autos.