A más de una semana de haber sido arrestado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el paradero de Julio César Chávez Jr. sigue siendo incierto, lo que mantiene envuelto en confusión su futuro legal en Estados Unidos.

Según reportó el medio estadounidense USA Today el 9 de julio, Michael Goldstein —abogado que representa al boxeador mexicano en otro proceso judicial— afirmó que su cliente estaría bajo custodia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS). Sin embargo, días antes, el mismo defensor había declarado no saber si Chávez Jr. aún se encontraba en territorio estadounidense.

La subsecretaria del DHS, Tricia McLaughlin, confirmó al medio que no hay actualizaciones oficiales disponibles sobre el estatus del deportista ni sobre una posible deportación o extradición a México, donde enfrenta acusaciones por presuntos vínculos con el crimen organizado, así como tráfico de armas y drogas.

USA Today también intentó contactar a la familia del boxeador. El martes acudieron a su residencia en Studio City, Los Ángeles. Una mujer que abrió la puerta dijo que Frida Muñoz, esposa de Chávez Jr., acababa de salir, y se comprometió a entregarle una tarjeta de presentación del reportero. Hasta el cierre del reporte, no se obtuvo respuesta. Al día siguiente, miércoles por la mañana, nadie respondió en el domicilio.

Julio César Chávez Jr. fue detenido el pasado 2 de julio por agentes de ICE. Según el DHS, el boxeador estaba siendo procesado para su deportación expedita. Su arresto ocurrió pocos días después de su pelea contra Jake Paul en Anaheim, California, donde perdió por decisión unánime. Su padre, el legendario campeón Julio César Chávez, estuvo presente en la arena esa noche.

Pese a las acusaciones que lo vinculan con el Cártel de Sinaloa, la familia del pugilista sostiene que es inocente y que las imputaciones no tienen fundamento.