Las graves inundaciones causadas por las intensas lluvias en el centro de Emilia-Romaña, en el norte de Italia, han cobrado una vida y obligado a la evacuación de al menos 2.500 personas en las últimas 24 horas, dijo el lunes el alcalde Matteo Lepore en redes sociales.

Un hombre de 20 años murió el domingo cuando el automóvil que conducía con su hermano fue arrastrado por las aguas en un pequeño pueblo cerca de Bolonia, la capital y ciudad más grande de la región de Emilia-Romaña.

Las fuertes lluvias han azotado la región desde el sábado. Hasta el mediodía, alrededor de 472 equipos de bomberos habían realizado 890 operaciones de rescate en las áreas afectadas, según el Departamento de Bomberos. A los residentes de Bolonia se les ha recomendado evitar todos los viajes no esenciales desde el domingo.

Las inundaciones repentinas también han provocado cortes generalizados de electricidad, dejando a aproximadamente 12.000 hogares sin electricidad desde el domingo. Se espera que alrededor de 3.500 hogares permanezcan sin electricidad al menos todo el día, dijeron funcionarios locales.

También se produjeron daños y trastornos en la región del sur de Calabria, con bloqueos en varias conexiones viales, incluida al menos una carretera estatal, debido a deslizamientos de tierra o inundaciones después de que los ríos locales se desbordaran de sus riberas.

Ante la expectativa de más lluvias, se ha emitido una alerta naranja, el segundo nivel más alto de riesgo hidrogeológico, para Emilia-Romaña, el Valle del Po y partes del norte de Lombardía y Véneto hasta la medianoche, de acuerdo con el boletín más reciente de la agencia nacional de Protección Civil.

Se espera que para el martes el nivel de riesgo se eleve a alerta roja para Emilia-Romaña, en particular en Ferrara, sus zonas costeras y las regiones del interior circundantes, según las autoridades regionales. Por otra parte, seguirá vigente una alerta amarilla, la tercera advertencia más alta, para el sur de Calabria, Basilicata y Sicilia.